miércoles, 22 de agosto de 2007

Fluido: "Complementos"


En el último tiempo, Rosario se perfila como un verdadero semillero de rock. Fluido encarna posiblemente su vertiente más alternativa, cargada de guitarras graves con aire a fin de los noventa.

Aunque hoy parezca que pasaron eras geológicas completas, el nü-metal marcó a fuego la última etapa de los noventa y principios de este nuevo siglo/milenio. Por esos días en que Korn y Deftones dominaban el mundo, Fluido tomaba forma unas cuantas coordenadas hacia el sur. Más precisamente en la ciudad de Rosario.

“Complementos”, su primer placa oficial tras algunos demos y EP’s (eso a lo que antes se le decía “simple”), rescata el costado más melódico de aquellos días. Es decir, no las guitarras afinadas casi tan graves como un contrabajo, sino canciones con la voz bien al frente sobre un colchón de arpegios que tarde o temprano desembocan en violas distorsionadamente entrecortadas.

Si la descripción les sonó a Incubus, no es casualidad. De hecho, los californianos son, sin dudas, la referencia más acertada para describir el sonido de los rosarinos, aunque en este caso no haya bandejas. No solo por las guitarras “prolijamente salvajes”, sino también por la voz de Lolo Luciani, que bien podría ser considerado el Brandon Boyd argentino. Con todo lo que eso implica (para pruebas irrefutables recurrir a “Pista o Señal”, que abre la placa).

Sin embargo, los muchachos logran demostrar que su colección de discos va más allá de Make Yourself y Morning View. Sin ir más lejos, el álbum sigue con “Liana”, y un riff con olor a desierto típico de Josh Homme en Kyuss. Por supuesto, y más teniendo en cuenta que el grupo se forma en el año 2000, todo lo que fue el fin de los noventa nutre de una manera u otra este primer esfuerzo discográfico. No sólo el metal de bermudas anchas, sino también algunas cosillas del stoner y hasta el rock alternativo más contemporáneo de este nuevo milenio.

Precisamente, Fluido termina de hacerse fuerte en aquellos pasajes donde logra combinar mejor esa amalgama de influencias. Desde el sonido aplastante de “Plástico” al ambiente atmosférico de “Por qué?” o lo enérgico de “Poder continuar”. No hay dudas de que cuentan con la actitud necesaria para rockear, y hasta permitirse algún que otro headbanging, como en “Tu fórmula”.

Incluso la poesía de “Complementos” toma también un tinte definido y propio, empañado apenas por cierta tendencia a la rima consonante (mundo/segundo/profundo/inmundo, en “Escape” por ejemplo) pero que no hecha a perder el mensaje de la canción. En ese sentido, la manera en que Luciani logra relatar (en su gran mayoría) las idas y vueltas de dos personas resulta más que efectiva. Demás está aclarar que estamos a años luz de un “romanticismo”, pero sí de experiencias en las que más de uno puede verse reflejado.

Fluido cuenta con todo lo necesario para despegar. Buenas canciones, un sonido bien logrado, una gran producción y un cantante con un timbre de voz que le da destino de hit a casi todo lo que entona. Tal vez, ahora que MTV volvió a aceptar a gente que se viste de negro, los rosarinos tengan su oportunidad.

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