miércoles, 10 de octubre de 2007
Carajo: "Inmundo"
Carajo retoma en su tercer trabajo de estudio el sonido más distorsionado, que supo caracterizar la primera etapa de su carrera, entremezclado con el costado melódico de los últimos tiempos.
El nuevo disco de Corvata y los suyos, plantea desde el título un juego de palabras entre lo sucio (Inmundo) y el estar inmerso en el mundo actual (In – mundo). Dos conceptos que ellos mismos desarrollan en la gran mayoría de las canciones, en cuanto a temática se refiere; y por si alguno está medio distraído hasta se tomaron el trabajo que distinguir con dos colores el nombre del disco.
La carrera discográfica de Carajo ha tenido características bastante particulares (un “EP” de cinco temas con solo dos nuevos, y un disco en vivo con temas nunca antes editados por ejemplo), pero no por eso menos prolífera. De hecho, está muy cerca de promediar un disco por año. Pero como dirían las viejas revistas especializadas, Inmundo es su tercer “larga duración”. El tercer disco de estudio, y de alguna manera, busca establecer un punto de equilibrio entre lo salvaje (y no por el tema) del disco debut, y la corriente más calma que significó “Atrapasueños”.
El denominador común de la placa es un sonido fuerte y directo, en correlación con las letras entonadas/rapeadas por Corvalán, centrándose mayoritariamente en la controversia del mundo actual. Justamente, eso es lo que plantea “Histeria, TV, Canción de Moda” (con la que abre el disco), que después de una intro semi-dumbeta con aires de Candlemass arremete con esa suerte de nü-metal con aires de barrio que supo nutrir las raíces del grupo en los primeros años de este siglo/milenio.
Sin dudas, “Joder” es el pasaje más duro de la placa en cuanto a sonido, pero igualmente siguen presentes los elementos que caracterizaron la etapa más melódica de la banda en “Atrapasueños”. No sólo en “Acorazados” y “El que ama lo que hace”, que simbolizan los ejemplos más claros en ese sentido, sino conjugándose con algún corte poderoso como en “Una Oportunidad”.
Como es costumbre, el punk rock también tiene su espacio en (valga la redundancia) “Punk sin Cresta”, aunque más cercano a la onda californiana que la energía callejera que habían mostrado, por ejemplo, en “El Vago”, de su primera placa. Igualmente, es preciso destacar el muy buen equilibrio que logran en “Zion”, donde se animan a experimentar una especie de reggae-distorsionado, con un resultado más que satisfactorio.
El mismo Corvatta dijo en que “tal vez Inmundo abra una nueva etapa”. Y es que más que definir su sonido, Inmundo funciona como un puente entre los dos perfiles que supieron conformar la historia de Corvalán y compañía hasta el momento.
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